VUESTRO CULTO RACIONAL, QUE PRESENTÉIS VUESTROS CUERPOS EN SACRIFICIO VIVO, SANTO, AGRADABLE A DIOS

Romanos 12:1
Introducción:
La palabra culto es muy usada por muchas religiones. Aunque muchas personas no logran entender su significado.
Muchas religiones ofrecen diferentes cultos a Dios e inclusive a sus ídolos. Por lo general un culto está compuesto de actos, ritos o ceremonias que se ofrecen voluntariamente a Dios. Con estos actos, ceremonias o ritos se busca adorar, honrar, dar honor a Dios o a los ídolos o ciertos aspectos: como la belleza, la inteligencia, etc.
Lo que sabemos de Dios, es que no se agrada de cultos que estén fuera de la forma que Él quiere que le adoremos. Dios quiere verdaderos adoradores que le adoren en espíritu y verdad. El pueblo de Israel fue reprendido por Cristo, porque su adoración, la honra que querían darle a Dios era inútil, vana. Mateo 15:8-9 
Los cristianos también le ofrecemos culto a Dios, conforme a lo que el mismo Dios ha establecido para su pueblo. Culto es el servicio, la adoración, la ministración que le damos a Dios. El primer día de la semana Venimos a reunirnos, le cantamos a Dios, traemos nuestras ofrendas, recordamos la muerte de Cristo, oramos a Dios y somos edificados a través del estudio de la palabra.  Muchos nos conformamos con cumplir con esta adoración. Otros ni siquiera se esfuerzan por cumplir con este culto regularmente.
Pero no es suficiente rendirle adoración sólo los domingos. Es necesario que nuestra vida, nuestros cuerpos, nuestras mentes, todo nuestro ser sea dado a Dios como sacrificio vivo, como culto racional a Dios. Romanos 12:1
  
El mismo capítulo 12 de romanos nos explica como cumplir con este sacrificio vivo, este culto racional.
1.  No nos amoldemos a las prácticas pecaminosas del mundo.
Como hijos de Dios, no vivimos según las normas, costumbres del mundo, sino a medida que vamos creciendo en el conocimiento de la palabra de Dios, vamos amoldando nuestra vida, nuestros pensamientos a la voluntad de Dios. Romanos 12:2   Nos negamos a complacer a nuestra carne, ofrecemos nuestra vida como un culto agradable a Dios: dejamos atrás al viejo hombre con sus vicios y pecados. Y entendemos que no debemos amar al mundo ni lo que en él hay.
2.  Aprendemos a ser humildes y valorar a nuestros hermanos en la fe.
Entendemos que en el cuerpo de Cristo, todos los miembros somos importantes. Y que cada uno debe cumplir la función que le corresponde dentro del cuerpo. Romanos 12:3-5 
Como sacrificio vivo aprenderemos a ser humildes y dejar nuestra personalidad soberbia, altiva y vana gloriosa a un lado. Filipenses 2:3 
3.  Nos esforzaremos por servir a nuestros hermanos.
Muchos no nos involucramos con nuestros hermanos ni buscamos la manera de ayudarlos, de servirles, de ser útiles dentro de la iglesia. Los dones del primer siglo ya no están en vigencia, pero cada uno de nosotros tenemos talentos que podemos ponerlos al servicio de nuestros hermanos. Romanos 12:6-8  Ya no profetizamos, pero podemos servir, enseñar, repartir, tener misericordia, etc.
Servir a nuestros hermanos es una manera de presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo a Dios.
4.  Nuestro amor por los hermanos debe ser sincero.
Amar a otras personas no es fácil y menos cuando no hemos vividos con ellas, sin embargo es la voluntad de Dios que sus hijos se amen, y que esa amor sea sincero, no fingido, no hipócrita, no falso. Romanos 12:9 
Aprenderemos a desagradarnos de lo malo y seguir lo que es bueno y agradable ante Dios. La hipocresía es lo malo y lo bueno es un amor genuino hacia nuestros hermanos. Un verdadero amor fraternal, amigable, bondadoso.
5.  Respetaremos a nuestros hermanos y le honraremos.
Cuando hay amor, la envidia, las enemistades, la hipocresía, la murmuración desaparece porque se respeta y se valora a cada hermano.  Romanos 12:10  Que difícil, es cumplir con este sacrificio vivo, porque siempre se está acentuando las fallas de nuestros hermanos.
6.  Serviremos a Dios fervientemente.
Servir al señor con fervor, con diligencia, con esfuerzo. Nuestro servicio no será superficial, no será poco, sino que debemos esforzarnos por servir al señor con ganas, con esfuerzo. Dedicando tiempo, esfuerzo físico, etc. Romanos 12:11  Quitaremos de nosotros la pereza y el poco interés por los asuntos de Dios y especialmente por los hermanos.
7.  A pesar de las dificultades, no desmayaremos ni dejaremos que nuestro ánimo caiga.
En las dificultades seremos pacientes, soportaremos la prueba y nos mantendremos con buen ánimo porque no pondremos nuestra atención en los problemas, sino en las maravillosas promesas que Dios tiene  para nosotros. Romanos 12:12 
En las dificultades siempre estaremos gozosos, porque nuestra esperanza no es de este mundo. Santiago 1:2-4 
Entre más dificultades tengamos más fervientes y constantes debemos ser en la oración.
8.  Ayudaremos a los hermanos en sus necesidades y nos esforzaremos por ser hospitalarios.
Las ofrendas la recogemos con el propósito de ayudar a nuestros hermanos en necesidad, pero algunas veces personalmente cada uno de nosotros debemos ayudar a nuestros hermanos cuando nuestras posibilidades nos lo permiten, aprender a ser benevolentes para con los hijos de aquel que nos da todo lo que necesitamos. Romanos 12:13 
En cuanto a la hospitalidad, es la acción de recibir a un hermano en nuestras casas, en nuestro entorno y atenderlos, hospedarlos, alimentarlos, servirles. En esto muchos cristianos deben trabajar, porque no son nada hospitalarios.
9.  Bendeciremos a quienes nos persiguen y lastiman.
La reacción natural del ser humano es defenderse y lastimar a quien le quiere perjudicar. Pero los cristianos no podemos actuar de esa manera. Debemos bendecir a los que nos lastiman y pedir la bendición de Dios sobre ellos. Romanos 12:14 
No pagaremos mal por mal, ni nos vengaremos de aquellos que nos han hecho daño. Romanos 12:17-20 
Buscaremos estar en paz con todos y dejaremos la venganza, la justicia en manos de Dios. Este es un sacrificio vivo, un culto racional a Dios, no tomar la justicia por nuestras manos sino encomendársela a Dios.
10.        Unidos con los otros miembros de la iglesia.
Esta unión nos llevare a tener el mismo sentir, a asociarnos también con los más humildes, a alégranos cuando a un hermano le va bien y condolernos de aquellos que están sufriendo. Romanos 12:15-16 
11.        No nos dejaremos vencer por el mal.
Nuestras vida pasada y nuestra reacciones nos pueden llevarnos a dejarnos arrastrar por el mal, por la antigua manera de actuar, pero no es correcto nuestras acciones deben ser buenas, conforme a la voluntad de Dios, porque de esa manera venceremos al mal, externos a nosotros y el que en cada uno de nosotros existe. Romanos 12:21 
Conclusión:
Podemos rendirle culto a Dios cada domingo, pero no es suficiente Dios quiere nuestro cuerpo, nuestras fuerzas, nuestro corazón y nuestra mente plenamente entregados a él, haciendo lo que agrada a su voluntad.

Si no le damos importancia a la iglesia de Cristo, si no les damos importancia a los hermanos entonces no estamos siendo sacrificio vivo y agradable a Dios. Nuestra adoración es vana e inútil. Santiago 1:27  

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