PORQUE MUCHOS SON LLAMADOS, Y POCOS ESCOGIDOS.

Parábola de la fiesta de bodas

Mateo 22:1-14

Introducción:

A través de los tiempos, Dios ha llamado a obedecer, al arrepentimiento, lo hizo mediante los profetas, Juan el bautista, su hijo Jesús, los apóstoles, sus siervos, etc. Es su voluntad que todo ser humano viva de acuerdo a sus normas y disfrutar de una relación cercana con Él.

Jesús vino a la tierra para ofrecerle y darle salvación al pueblo del pacto dado mediante Moisés, el pueblo de las promesas, a los descendientes de Abraham según la carne. Así Dios estaba cumpliendo su palabra dada por medio de los profetas, enviando al salvador, al Mesías

Los fariseos, los principales sacerdotes, los escribas estaban continuamente acechando a Jesús para poder apresarlo y darle muerte, Jesús en algunas oportunidades les habló mediante parábolas para que no entendieran, una de ellas fue la de la fiesta de bodas. En ella Jesús les da una fuerte advertencia, sobre los que le ocurriría por rechazar la invitación, el llamado que Dios les estaba haciendo tiene el mismo mensaje de la parábola de los labradores malvados y nos sirve a nosotros los cristianos, el pueblo de Dios actual, para no cometer los mismos errores que ellos cometieron y que llevaron a su destrucción.  Mateo 22:1-14

  1. El reino de los cielos.

Desde el inicio de su predicación y durante los 3 años y medio que anduvo enseñando y haciendo milagros, Jesús anunció que el reino de los cielos se había acercado, llamando al pueblo de Israel al arrepentimiento.

  1. El Rey que hizo fiesta de bodas para su hijo

El rey simboliza a Dios Padre, que estaba celebrando la llegada del Cristo al mundo, quería que su pueblo Israel celebrará junto con Él. En una fiesta hay gozo, alegría, alimentos, comunión. Dios quería que su pueblo se regocijará con su hijo, que lo aceptaran y lo siguieran.

  1. Envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas.

Era costumbre judía invitar dos veces a los allegados, familiares, amigos una boda, la primera invitación era hecha con mucha antelación, para que estuvieran enterados y se prepararan. En la primera no se daba la fecha en que se haría la boda. En este primer llamado ya habían sido convidados a la boda. Posteriormente cuando se acercaba el tiempo de la boda, le hacían una segunda invitación o llamado y en esta ocasión ya se les informaba el tiempo en que se haría la celebración, que podían durar muchos días. Es el segundo llamado porque ya había llegado el tiempo de la celebración.

Dios a través de los profetas hizo la primera invitación para la llegada del Mesías, el salvador esperado. los judíos estaban invitados para esta celebración, para el tiempo en que habría fiesta, gozo y alegría, la cual quería compartir con ellos. Isaías 9:1-7

El segundo llamado lo hace mediante Juan el bautista, el mismo Jesús y sus discípulos, los doce, los setenta, luego los evangelistas, los cristianos llamando al pueblo de Israel a aceptar y seguir a su hijo, el Mesías prometido. Mateo 22:3

  1. Más estos no quisieron ir.

Otra versión traduce “estos se negaron asistir”. Los judíos ya se les había anunciado la llegada del Mesías, eran los convidados en la parábola, se les anuncia que ya era el tiempo de la fiesta, pero ellos no quisieron ir. Rechazaron al rey, a su gobernante, quien tenía el poder para dejarlos vivir u ordenar su ejecución, estaba invitando a sus siervos, sus súbditos a que celebraran junto con él, las bodas de su hijo. Ellos despreciaron la invitación, la tomaron con indiferencia, no les importo.

Estas es la advertencia que Jesús quiere enseñarle. Que nos sirve de reflexión a nosotros para que no rechacemos la voluntad de Dios, para que no tratemos con indiferencia las cosas y los asuntos del reino.

  1. Volvió a enviar otros siervos.

El rey pacientemente siguió llamando a sus invitados, a los convidados a la boda, otro rey los hubiese mandado a meter en la cárcel, pero este rey les dio otra oportunidad.  Mateo 22:4

Dios durante 3 años y medio les hablo, les invito mediante su propio hijo, luego les llamó por los apóstoles, por los cristianos, etc. De la misma manera Dios nos llama mediante su palabra, los evangelistas, en los sermones, en los estudios para que vivamos en santidad, para que tengamos comunión con Él, para valoremos sus promesas, etc.

  1. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;

Y ellos despreciaron al rey y a su hijo, le afrentaron, le ofendieron rechazando al llamado que les estaba haciendo. No les importaba el rey ni su hijo, estaban preocupados por sus propias vidas, por sus negocios, por sus cosechas, etc. Para ellos era más importante sus propias vidas que la voluntad y alegría de su rey. Esto fue lo que hizo el pueblo de Israel con Dios, le despreciaron, le ofendieron, le dieron la espalda. Mateo 22:5

¿Cuántos cristianos están más pendientes de sus vidas, de su salud, de sus trabajos, de sus hijos, que de cumplir la voluntad de Dios? De regocijarse, alegrarse con su hijo en su reino, su iglesia.

¿Cuántos no le damos importancia a la iglesia, a los hermanos, a la voluntad de Dios, poniendo nuestras vidas en primer lugar?

  1. Y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.

Los judíos mataron a juan el bautista, a Jesús, a Esteban y a muchos siervos de Dios que le invitaban a creer y seguir a Jesús, el hijo de Dios. Ellos con sus acciones trajeron la ira de Dios (el rey) sobre ellos. Mateo 22:6

¿Cuántos cristianos son agredidos por predicar el evangelio, por predicar la palabra, algunas veces hasta de sus mismos hermanos en la fe? ¿Cuántos cristianos hablan mal de sus predicadores, de sus ancianos? Con estas actitudes están actuando como los judíos que procuraban el mal de aquellos que le llamaban al arrepentimiento.

  1. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.

Jesús les advierte en esta parábola que el rey se enojó hasta el punto que no solo mato a los asesinos, sino que quemó su ciudad. En el año 70 el emperador Vespasiano envió a su hijo Tito para que sitiara y destruyera a Jerusalén. Tito cumplió cabalmente, destruyendo totalmente el templo y la ciudad. Hasta el día de hoy los judíos recuerdan y lamentan la destrucción del templo. Desde ese momento el pueblo de Israel nunca llego a ser el mismo. Mateo 22:7  La advertencia para nosotros es que, si actuamos con el mismo desamor y desprecio hacia la voluntad de Dios y su iglesia, Dios nos castigará y desechará como lo hizo con los judíos que despreciaron a Jesús.

  1. El rey invito a las bodas de su hijo, a otros porque los primeros no eran dignos.

El rey mando a sus siervos a que buscaran a otros invitados, que llamaran a todos los que encontrarán en la salida de los caminos. Jesús les estaba diciendo que otros serían invitados a participar de la fiesta de Dios, se estaba refiriendo al llamado que se les haría a los gentiles a participar del reino de Dios. Mateo 22:8-10. Los siervos hicieron el llamado a todos los que consiguieron a las salidas del camino y los que la aceptaron fueron a la fiesta de la boda. Cuando se les predicó el evangelio a los gentiles muchos aceptaron el llamado, se convirtieron al señor y entraron a disfrutar del gozo, la alegría, la comunión en el reino de nuestro señor Jesucristo. Nosotros disfrutamos de esa gran bendición de que se nos invitará a ser parte del reino de Dios.

  1. Aquellos que no se visten para una boda.

El rey llegó para ver a los convidados y se fijó en alguien que no se ha vestido para la boda. Su vestimenta no era adecuada para tan grande celebración. Mateo 22:11-13 El rey se dirige con cierta dureza; le dijo “amigo, ¿cómo entraste aquí?”. Este hombre aceptó la invitación, pero no le dio la importancia necesaria para tan grande evento, en el cual estaría su rey, su hijo y personalidades importantes.

Algunos cristianos actúan como este hombre creyeron en Jesús, obedecieron al evangelio, pero su actitud hacia Dios, hacia Jesucristo, hacia su palabra, hacia su iglesia es de total indiferencia, no les dan importancia a los hermanos, a las reuniones de los domingos, a predicarle al perdido, a vestirse del nuevo hombre creado según Dios.  Algunos no han querido despojarse del viejo hombre, siguen siendo los mismos que eran antes de creer y obedecer.

El rey mando apresarle, a amarrarlo de pies y manos y le echaran en las tinieblas, donde sería el lloro y crujir de dientes, una referencia al sufrimiento, al castigo que llevaran en el infierno muchos por la desobediencia a Dios.

  1. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

Dios llama por medio del evangelio a todo el mundo, en el tiempo de Jesús el llamado solo era para el pueblo de Israel, tanto en aquel tiempo muchos son los que han sido llamados y pocos son los que han querido obedecer, pocos son los escogidos de Dios, los que han aceptado el llamado y se han vestido para estar en el reino de Dios.

NVI Mateo 22:14 Porque muchos son los invitados, pero pocos los escogidos.

BLA Mateo 22;14 Sepan que muchos son llamados, pero pocos son elegidos

Muchos son los invitados a la fiesta de Dios, al reino de Dios, pero son pocos los elegidos. Una gran parte del mundo por siglos han rechazado el evangelio igual que los judíos rechazaron a Cristo, y algunos que han entrado al reino de los cielos tratan con indiferencia y no le dan importancia, en el día del juicio final todos darán cuenta a Dios y a su hijo Jesús, y muchos serán rechazados.

Conclusión:

Nosotros somos de los pocos a que se refiere Jesús en la parábola, sigamos firmes, perseverando, agradando a Dios en todo y disfrutaremos del reino de Dios por siempre.

 

Mario Arellano

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